Mi primera experiencia con el masaje californiano fue a través de un buen amigo. Vicente; gran terapeuta y quiromasajista, había hecho la formación en este masaje y una de tantas ocasiones en las que acudía a él me ofreció probar el Masaje Californiano.
Me cautivó la sensibilidad, la escucha hacia mi cuerpo, la profundidad de los movimientos. Me sorprendió la importancia de algunas partes del cuerpo como los glúteos, las caderas, el trabajo en las fascias… Me fascinó como mi cuerpo pasaba de un estado a otro, de la relajación a la tensión en  algunos momentos para después sentir como mis músculos y mis articulaciones se liberaban y se desbloqueaban.
Cuando acabó mi masaje y después de unos minutos de volver en mí, sólo pude decirle: “Quiero aprender a hacer el masaje californiano”.
Así que enseguida contacté con su profesor, Xavier Gil, para empezar la formación en su escuela -Escuela de masaje californiano- donde hice los niveles básicos e intermedio. Todo un acierto dirigirme a Xavi que con su experiencia, sensibilidad y profesionalidad hizo de cada práctica un aprendizaje profundo.
El masaje californiano es, sin duda, uno de los masajes más completos que existen, combina diferentes técnicas de masajes, estiramientos, tejido profundo. Hace un gran trabajo de escucha, acompaña en los diferentes estados emocionales, equilibra, relaja. Los movimientos largos,  armoniosos y envolventes.
Todo esto hace el masaje californiano ideal para tratar problemas de ansiedad y estrés, contracturas, bloqueos articulares, equilibrar cuerpo-mente-emociones y en general para cualquier dolencia física i/o emocional.
Te invito a experimentar este maravilloso masaje y a que disfrutes de todo lo que te va a aportar.
Mari Quiñones